Maranata,
¡Jesús vuelve muy pronto!
Hemos aprendido que nuestro pecado, nos separó del lugar de identidad, comunión y plenitud que existía, en un principio, con Dios. Pero “cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley, para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley y del pecado, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos” (Galatas 4:4-5). Jesucristo “nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre (Apocalipsis 1:5); al morir por nosotros en una cruz y después que resucitó, ascendió a los cielos. Desde allí el intercede por nosotros.
Pero dice la Biblia, que Jesús también fue a preparar lugar para los que confíen en Él. Así que cuando el Padre dé la orden, nuevamente, Jesús volverá para llevarnos con Él (Juan 14:1-3). Dice 1 Tesalonicenses 4:16-17: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” Por eso decimos: “Maranata”que significa: el “Señor Viene” o “Cristo Viene“.
Poco tiempo después del arrebatamiento, Jesús vendrá por segunda vez para establecer su Reino milenial desde Jerusalén. Desde allí, limpiará la Tierra de su maldad y la restaurará, hasta lograr que las naciones maduren en justicia. El resultado será un período de mil años de bendición sin precedentes que afectará cada nación y cada esfera de la vida (Apocalipsis 20:1-6). Durante el Milenio, Jesús preparará la Tierra para presentársela a su Padre, quien también vendrá a morar entre nosotros como nuestro Dios. Y habrá un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva, como dice Apocalipsis 21:1-4: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio. Y oí que del trono salía una fuerte voz que decía: «Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En efecto, Dios mismo será su único Dios. Él secará sus lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir.» Dios dijo desde su trono: «¡Yo hago todo nuevo!»
La Iglesia de Jesucristo cree que estas palabras son fieles y verdaderas, como dice Apocalipsis 21:5, y con paciencia perseverante aguarda y se prepara al regreso de Jesús por Su Iglesia, como se prepara una novia para casarse con su novio.
Únase a las miles de personas de diferentes tribus, lenguas y naciones que aclaman “Maranata” y permítale a Jesús reinar en su corazón. Repita esta oración :
Padre, te doy gracias por tu amor y propósito. Reconozco mi pecado y me aparto. Te pido me perdones. Reconozco y creo que Jesús murió por mis pecados y resucitó para vida eterna. Lávame en Su sangre y escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Espíritu Santo lléname, restaúrame y gobierna mi vida. Enséñame a conocerte para amarte cada día más y así crecer en confianza y fidelidad a ti. En el nombre de Jesucristo, Amén .
Medite en este cántico: El Viene
Permítanos saber su decisión
Nos gustaría saber si decidió Volverse a Dios. También queremos contestar cualquier duda o pregunta que nos incluya a continuación.