Conociendo mi Regalo de Vida Eterna

Necesitará ayuda, pero no esta sólo, tiene el Ayudador

Dios ha puesto en su interior el sello y garantía de que ha sido comprado para ser parte de su familia (Efesios 1:14) y este estará siempre con usted para ayudarle, guiarle, enseñarle, entre otros (Juan 14:26). Se llama Espíritu Santo.

El Espíritu Santo no es una fuerza, ni una energía; es una PERSONA sensible, dulce y amorosa que merece nuestra atención. Es nuestro Abogado defensor y Consolador, el que nos ayuda a orar en armonía con la voluntad de Dios (Romanos 8:26-27); pero también es el Regalo que el Padre prometió para ayudarnos a ser sus testigos y hablar a otros del amor de Jesús con demostración de poder (Hechos 1:8).

La llenura del Espíritu es una experiencia necesaria que se debe buscar constantemente, de acuerdo a la sumisión y entrega de cada creyente (Efesios 5:18)

El resultado será llevarlo a CONOCER y experimentar, cada vez más profundo, el corazón del Padre, desde donde será transformado, investido e impulsado al destino profético que Él diseñó para usted.

¿Cómo puedo conocer más a Dios, para experimentar su poder y propósito?

Leyendo la Biblia

La Biblia es la Palabra de Dios para la humanidad. Leer y meditar en ella le ayudará a conocer más a Dios, pues es la manera en la que Él más nos habla y se revela. La Biblia nos permite conocer las promesas y la herencia que tenemos cómo Sus hijos, así también, como nuestros deberes. La Biblia, además, es un espejo que refleja nuestra condición para hacernos conscientes de la necesidad de ser llenos de continuo por el Espíritu Santo para ser transformados y renovados en Él. También es fuente inagotable de sabiduría, nos guía, fortalece y santifica (Salmo 119:105).

Hay muchas versiones bíblicas que puede conseguir impresas o virtuales. Le incluimos una aplicación digital, que la puede bajar en su celular, tableta y/o computadora para que comience a disfrutarla lo antes posible. Le sugerimos empiece leyendo el Nuevo Testamento, en especial el Evangelio de Juan. Antes de comenzar a leerla, pídale al Espíritu Santo que le ayude a comprenderla y a ponerla por obra.

Biblia

Orando a Dios

Para desarrollar una relación más cercana con el Padre Celestial, será vital sacar tiempo para orar.  Orar es hablar con Él.  Allí usted le abre su corazón en gratitud por lo que Él es y por lo misericordioso que ha sido con usted, se arrepientes de sus pecados; pide conforme a las situaciones, necesidades y/o anhelos; o intercede por otros. Aunque la oración del Padre Nuestro es un excelente modelo a seguir (Mateo 6:9-13), no se requiere un método particular para que su oración sea escuchada, lo que sí necesita es una actitud correcta (Salmo 51:17). Sin embargo, es importante resaltar que nuestras oraciones deben ir dirigidas al Padre, en el Nombre de su Hijo, Jesucristo (Juan 14:13-14), como nos enseñó Jesús.

Orar no es un monólogo, por lo que también necesitará aprender a escuchar la voz de Dios.

 

Adorándolo y Alabándolo

Adoración es la actitud o intención interna del corazón del hombre para Dios, e implica obediencia, servicio, rendición, amor. La adoración es la forma de vida que el Padre busca en sus hijos verdaderos (Juan 4:24).

Alabanza es el acto de alabar, que significa honrar, glorificar, celebrar, cantar, aclamar, extender las manos y dar gracias, arrodillarse y bendecir al Señor, dar loor.  Salmo 22:3 dice que el Señor habita entre las alabanzas de su pueblo; ósea que el Espíritu Santo se regocija, se mueve y manifiesta sobrenaturalmente, mientras sus hijos se deleitan alabándolo.

Le incluimos un cántico, que sabemos le puede ayudar a alabar y aclamar el nombre del Señor, mientras derrama su corazón en su Presencia.  También puede encontrar más cánticos en la sección Música.

Canción: Todo cambió- Maverick City (feat Sam Rivera & Blanca

 

Integrándose a la familia de la fe

La familia de la fe, la familia de Dios y la Iglesia son lo mismo.  Lo constituyen personas, unificadas a través de Cristo que lo representan y reflejan al mundo (1 Corintios 12:12-17), por eso también se le conoce como el Cuerpo de Jesucristo.  

Jesús delegó a la Iglesia la tarea de enseñar la sana doctrina (Hechos 2:42); partir el pan en la cena del Señor y el bautismo en las aguas, como medio para testificar que ha muerto a una vieja manera de vivir y resucitado juntamente con Cristo para vida eterna (Romanos 6:3-8).  

A través de la Iglesia, las vidas son edificadas, fortalecidas, capacitadas, perfeccionadas e impulsadas para el trabajo en el Cuerpo de Jesucristo y en el mundo, a través de la Gran Comisión (Mateo 28:18-20)

Por eso y mucho más,  es imperativo que busque congregarse en una iglesia de sana doctrina a la brevedad posible. 

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Cumpliendo su Propósito 

Usted fue creado con propósito. Los principales son adorar y servir al Eterno. El Espíritu Santo activará en usted dones espirituales, ministeriales y/o capacidades especiales que le ayudarán a servir con más gracia, sabiduría, valentía, poder, entre otros; en la sociedad y en la iglesia, de acuerdo al llamado de Dios a su vida.


Sentirá el deseo ardiente de compartir con otros su fe.  Su experiencia personal, el testimonio de su transformación y las maravillas que el Señor ha dicho y hecho en Su Palabra, serán sus mejores herramientas para que muchos más conozcan del amor de Dios en y a través de su vida (Juan 15:16).

Queremos ayudarle

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